XVII Conversación Clínica del ICF-E. "Presencia del analista en la cura"
Esther González
Psicoanalista. Psicólogo Clínico. Miembro de la ELP y AMP.
En el curso "Sutilezas analíticas" J-A Miller) el cap. 7, Jacques- Alain Miller enuncia "Tres modalidades de análisis" (los que comienzan, los que duran y los que terminan).
"Tres modalidades que -sostiene J.A.Miller– no se presentan en absoluto de la misma manera, que exigen en todo caso, del analista, que no tenga la misma posición ni el mismo modo de obrar". Por otro lado, J. Lacan, previamente, elabora los tres tiempos lógicos –instante de ver, tiempo de comprender, momento de concluir y que por otra parte, también nos plantean la cuestión de la presencia del analista.
¿La presencia del analista es continua; es la es la misma a lo largo de todo el recorrido; del trayecto de un análisis?
En el capítulo VII de "Sutilezas analíticas" Miller señala que un análisis no tiene un desarrollo cronológico en relación al saber, como ocurre por ejemplo en la educación, que se pasa de un curso académico a otro si se han adquirido los conocimientos. Los progresos del saber, en educación, es posible marcarlos cambiando de lugar y de profesor.
En un análisis no ocurre eso, la estructura sigue siendo la misma; sin embargo,lo que ocurre en un análisis no se presenta siempre de la misma forma.
Cuando se comienza un análisis, este está lleno de acontecimientos ya que un análisis comienza con el modo de la formalización. Al comienzo se pasa de una ausencia de forma a una forma, el solo hecho de que invitemos a alguien a hablar, nos dice Miller,implica que lo mental adopte estructura de lenguaje.
El concepto "presencia del analista" es utilizado por Lacan en distintos momentos de su obra; está relacionado con la dirección de la cura y con aquellos elementos que conciernen al lugar y a la función del analista; pone en acto algo de lo que es la relación de la palabra con el Otro.
El acto de la palabra y su uso propio en el dispositivo analítico suponen necesariamente la presencia del analista, la presencia del Otro en tanto que ese Otro está escuchando.
En "La dirección de la cura" Lacan señala que la presencia del analista va variando en relación a los tiempos lógicos, en el escenario de la transferencia en el que transcurre una experiencia analítica.
Pero la presencia no es estar todo el tiempo presente. Se trata de una presencia muy particular porque no es su presencia como persona(1), es su presencia como real, como lo que escapa a lo simbólico.
Es la presencia como formando parte del inconsciente; así Lacan (2) dice "La presencia del psicoanalista debe incluirse en el concepto de inconsciente"
Aquí el inconsciente es el efecto de las palabras que estoy diciendo, sobre mi mismo en la medida en que el Otro me está escuchando. En la medida que hay una presencia real y el Otro me escucha.
En el Seminario antes citado Lacan sitúa la transferencia en relacióna un tiempo de cierre del inconsciente, no de apertura;ese cierre que la transferencia entraña lo que causa es el objeto a. "La maniobra y la operación de la transferencia han de regularse de manera que se mantenga la distancia entre el punto donde el sujeto se ve a sí mismo amable y ese otro punto donde el sujeto se ve causado como falta por el objeto a y donde el objeto a viene a tapar la hiancia que constituye la división inaugural del sujeto"
Donde la presencia del analista tiene como función producir el develamiento del objetoa en la transferencia.