XVII Conversación Clínica del ICF-E. "Presencia del analista en la cura"

Una pregunta a...

Lierni Irizar Lazpiur

Psicoanalista en San Sebastián, miembro de la ELP y la AMP

Pregunta de Adrián Buzzaqui

En la línea del curso "Sutilezas analíticas", J-A Miller  aborda "Tres modalidades de análisis".

¿De qué se trataría la presencia del analista "cuando un análisis comienza y cuando dura? . La "presencia del analista" se conmueve en esos momentos. Entonces ¿cómo hay "presencia del analista" cuando el análisis termina?

La formulación de esta pregunta me plantea más interrogantes que respuestas: ¿la presencia del analista es variable según el momento del análisis o depende de otros factores como la posición del analista y el analizante?

¿Qué quiere decir que la presencia del analista se conmueve?

Voy por tanto a realizar una aproximación al concepto "presencia del analista" para en la medida de lo posible responder a las cuestiones planteadas.

Tal y como se afirma en la presentación de la conversación, es un concepto relacionado con la pulsión: "Implica la puesta en juego de la realidad del inconsciente, es decir, de la actuación pulsional, que busca un complemento en el Otro; un Otro encarnado porque hay un lazo con el Otro del significante (alienación) y hay también un lazo con la presencia del Otro, porque para hacerse ver, oír, chupar, cagar, ... se necesita un Otro presente, de carne y hueso."

Para Lacan (1) el inconsciente no se puede separar de la presencia del analista que es una manifestación del inconsciente. La presencia del analista se incluye en la experiencia que el analizante realiza del inconsciente. Es por tanto, como afirma M. Bassols (2), un producto suyo pero causado por el acto analítico. Además, no puede producirse sin la presencia del cuerpo hablante.

Si tomamos entonces un análisis que comienza, podemos afirmar siguiendo a Miller (3), que está lleno de acontecimientos, muta. El fenómeno de la transferencia posibilita que la palabra adquiera un gran valor. Hablar al analista se convierte en un hablar con consecuencias. Revelar lo nunca contado a nadie, lo vergonzoso y e inconfesable hasta entonces. Miller afirma de un analizante: "Hace poco mencionaba los tres años que necesitó fulano para abandonar su discurso caótico y soltar que era homosexual – hacérmelo escuchar – y a partir de ahí las nubes se disiparon de inmediato y nos ocupamos de lo serio." (p. 113)

El análisis comienza cuando el sujeto se descubre dividido entre lo que dice y lo que sabe. La emergencia del Sujeto supuesto Saber posibilita la apertura del inconsciente.

La pregunta fundamental es por el significado y sin embargo, no creo que en un análisis que comienza se pueda dejar fuera la dimensión pulsional y la presencia del analista.

Cuando el análisis dura, se da una época de repetición y la cuestión no es tanto el significado sino el goce, la satisfacción que se obtiene.

La presencia del analista es el cierre del inconsciente. No es la sorpresa o el descubrimiento sino lo que se detiene, el objeto a como indecible, como agujero real. La cadena se detiene y emerge el analista como objeto a.

Sobre lo que ocurre cuando termina... los testimonios de los AE pueden enseñar algo al respecto.

  1. Seminario 11, clase nº 10.
  2. Hiperconectados y el poder de los objetos. Entrevista a M. Bassols.
  3. Sutilezas analíticas.

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