XVII Conversación Clínica del ICF-E. "Presencia del analista en la cura"

Flashes

Flash de Mari Cruz Alba Castaño

Cuando se saca cualquier significante de su uso habitual y lo hacen aparecer en una sesión analítica, entonces verán como ese significante produce un movimiento cimbreante que recorre absolutamente a todo del sujeto".…"Por esta vía Lacan lleva a la operación del analista a hacerla homóloga de la operación del síntoma ¿Cómo debiera operar un analista? Como opera un síntoma, es lo que podemos denominar el realismo en la práctica analítica de su última enseñanza.

Solano, Esthela; "Presencia del analista". Seminario de Investigación de Madrid. Nuevo Centro de estudios de psicoanálisis (Nucep). 2002. p. 192.

Respuesta de Rosa Mª Calvet i Romaní

AME. Miembro de la AMP y de la ELP-Sección de Catalunya. Docente del Instituto del Campo Freudiano.

En estos albores del siglo XXI al igual que en los años cincuenta, la clínica se desvanece bajo una neuropsicología a la paulow que con el traje a medida del cognitivismo oferta sin pudor una cura de autonomía y completud acorde a los imperativos higienistas neoliberales de eficacia cuya finalidad es la obtención de un cuerpo saludable que funcionaría armónicamente.

El sintagma de "evidencia científica" que a nuestro parecer sufre de un rígido esquematismo sometido al pensamiento dominante propone que un serdicente podría ser idéntico a sí mismo, al precio de obliterar ciegamente, que es la incidencia del significante aquello que constituye un acontecimiento de cuerpo, –marcado contingentemente  por huellas inaccesibles– que trastorna al tiempo que limita los sentidos que cada uno pueda dar a los síntomas en tanto que interpretables.

La clínica psicoanalítica diferencia radicalmente al cuerpo gozante del yo y en consecuencia aborda al síntoma como aquello que persiste fuera de sentido, como un cuerpo extraño y excéntrico al hedonismo del ego, que imposibilita radicalmente  la adaptación a la realidad.

La operación del analista en tanto que homologa a la del síntoma nos permite afirmar en primera instancia que la clínica psicoanalítica se separa radicalmente de cualquier terapia que apunta a fortalecer una ortopedia de las conductas deficitarias cuya causa reposaría en trastornos cognitivos que afectan a la memoria y/o  a la percepción y que impiden encontrar interpretaciones  adaptativas que harían a un serdicente apto a una concordancia con su mundo, con su cuerpo y lo real del goce.

Una viñeta clínica nos ayudará en el trabajo de dar alguna respuesta a la homología entre la operación del analista y la operación del síntoma que nos plantea el Flash de Mari Cruz Alba. Se trata de la cura de una mujer que acude al psicoanálisis hace ya unos cuantos años con una serie de síntomas que en un primer tiempo daban cuenta de una posición fóbica con los concomitantes efectos de inhibición.

Infante y adolescente manifiesta su rechazo  a  las demandas de amor insaciables que encarna la  figura de un Otro primordial de su historia, mediante respuestas anoréxicas. Adulta  sabe como tratar este síntoma a nivel de las pulsiones de auto conservación freudiana ya que en la actualidad no abandona a su cuerpo al goce del estrago del síntoma.

En el trabajo analítico se limita a comunicar de vez en cuando que está en un periodo anoréxico así como también habla de las diversas estrategias de las que dispone para alimentarse. La anorexia es pues una parte de su identidad, el síntoma se ha fusionado con el yo porque la defensa ha sometido a la pulsión mientras que el síntoma la mantiene bajo un disfraz.

En una sesión viene hablando de la satisfacción fálica que ha obtenido de su partenaire la noche anterior y como al pasar dice que una vez terminaron de hacer el amor, ella le preguntó ¿no te apetece comer nada? La analista corta la sesión con un dicho: la nada nadea.

Cortar el significante "nada" de la cadena que estaba ligada por una parte al sentido sexual y por otra a la significación que la mantenía arrimada al goce supuesto en las demandas de "déjate cebar de amor" de su Otro primordial, tiene diversos efectos.

Primeramente al poco tiempo se detienen los episodios anoréxicos. El trabajo de vaciamiento de esta nada que era más que consistente puesto que era un semblante condensador de goce, desalojará a esta mujer de la significación fantasmática de ser un objeto oral a ser cebado de amor. Fantasma que al completar al Otro sostiene simultáneamente  que a ella nada le falta y, en otra dimensión una vez separado de los dichos del Otro, el significante "cebar", quedará reducido a una marca de goce sin Otro, a una letra sinsentido que la orientará tiempo después hacia la conclusión de la cura mediante una solución singular.

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