XVII Conversación Clínica del ICF-E. "Presencia del analista en la cura"

Flashes

Flash de Trinidad Cámara Palop

El inconsciente es el discurso del Otro. Pero el discurso del Otro que hay que realizar, el del inconsciente, no está detrás del cierre, está afuera. Es quien pide, por boca del analista, que vuelvan a abrir los postigos

Lacan,J. Seminario 11"Los Cuatro Conceptos Fundamentales del Psicoanálisis" pag. 137.

Respuesta de Lucía D'Angelo

AME-AE (1997-2000). Psicoanalista. Licenciada en Psicología Clínica. Doctora en Psicoanálisis por la Universidad de Paris VIII. Docente de la Sección Clínica de Barcelona, ICF

Esta cita está en el apartado de "La transferencia y la pulsión", cap.X [p. 129], del Seminario de "Los cuatro conceptos"...(1964) que precisamente lleva por título: "Presencia del analista".

Lacan nos recuerda que para abordar las bases del psicoanálisis supone que introduzcamos una coherencia entre los conceptos principales que lo fundan. Esta coherencia consiste en abordar el concepto del inconsciente sin separarlo de la presencia del analista: "La propia presencia del analista es una manifestación del inconsciente"(...)[p.131].

Por esta razón, la presencia del psicoanalista debe incluirse en el concepto de inconsciente.

Esto supone para Lacan proceder a la revisión crítica no sólo del concepto mismo de la transferencia, sino también, del concepto de interpretación.

Como señala J.A. Miller en "Los seis paradigmas del goce", ["Freudiana", nº 29, 2000, p. 27], "Los cuatro conceptos"(...) revisa las bases de las que Lacan partió en su Informe de Roma.

Es en este Seminario donde Lacan se desanuda definitivamente del concepto el inconsciente freudiano - "El inconsciente freudiano y el nuestro" [Lacan, J: "Los cuatro conceptos"...p.25], al mismo tiempo que procede a la revisión del concepto desde sus premisas anteriores.

Así pasa de describir el inconsciente como lo ha hecho hasta ahora, es decir, como un orden, una cadena, una regularidad, y aquí centra el inconsciente sobre la discontinuidad- y no solamente la discontinuidad compatible con la ordenación significante: la descripción del inconsciente como un borde que se abre y se cierra.[J.A. Miller, "Los seis paradigmas"...[p.29].

De esta forma hace homogéneo el inconsciente como una zona erógena, como un ano o una boca, para demostrar que existe una comunidad de estructura entre el inconsciente simbólico y el funcionamiento de la pulsión, como un borde que se abre y se cierra.

Desde otra perspectiva, no es sin consecuencias, que Lacan en el Seminario de "Los cuatro conceptos"... introduzca la transferencia ligada a la pulsión, mientras que la tradición hasta ahora era conectar la transferencia y el fantasma.

Así toda la apuesta de la práctica analítica consiste en afrontar la paradoja según la cual la transferencia, condición del psicoanálisis, es al mismo tiempo el momento en que se cierra el inconsciente y en que hay que esperar la manifestación de la transferencia para dar la interpretación:(...)"La transferencia es el medio por el cual se interrumpe la comunicación del inconsciente, por el que el inconsciente se vuelve a cerrar. Lejos de ser el momento de la transmisión de poderes al inconsciente, la transferencia , es al contrario su cierre." [Lacan, "Los cuatro conceptos"... p. 136].

"El inconsciente es el discurso del Otro. Pero el discurso del Otro que hay que realizar, el del inconsciente, no está detrás del cierre, está afuera. Es quien pide, por boca del analista, que vuelvan a abrir los postigos".[Lacan, J., "Los Cuatro Conceptos".... p. 137].

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