XVII Conversación Clínica del ICF-E. "Presencia del analista en la cura"

Flashes

Flash de Mari Cruz Alba Castaño

Para ubicar la posición del analista con respecto a los semblantes, hay que descartar la confusión del analista con el NP, pero la teoría del SsS no es suficiente tampoco. Hay que ir hasta la hiancia de la cual la posición del analista está suspendida. (p. 18)

Miller, Jacques Alain; "De mujeres y semblantes". Buenos Aires. Cuadernos del Pasador. (2000). p.18.

Respuesta de Shula Eldar

Ame. AE (1998-2001). Miembro fundador de RAP - Red de Atención Psicoanalítica

La cita está extraída de una conferencia en Buenos Aires pronunciada días antes de la fundación de la EOL. Es importante señalarlo dado que J.-A. Miller marcará con su comentario crítico de la justa posición del analista en la transferencia, este momento fundacional.

"Se trata de situar la presencia del analista en la cura y en la Escuela".1

Presencia del analista: ¿de qué se trata?

¿En qué se diferencia del SsS?

El SsS es un fenómeno "natural" de la transferencia analítica. Su valor de  semblante suscita el amor y otorga al Otro un lugar de saber, de identificación con el saber del Otro. Se puede decir, que su función "natural" es "mentirosa" dado que es palabra, que es representación significante, pantalla de lo real.

El SsS es pues una mentira con valor agalmático y operativa para acceder a la verdad del inconsciente.

El analista que conoce la estructura del inconsciente y el carácter huidizo del saber que vehiculiza ¿podrá sustraerse de los espejismos y las vanidades a los que su posición está expuesta?

De ello dependerá su cualificación y será posible si sabe que el SsS, "es suficiente para hacer funcionar la experiencia, por lo menos en cierto nivel", pero también que "contiene en sí mismo la destrucción del psicoanálisis".2

Lacan introduce en el Seminario XI la presencia del analista y la incluye en el concepto de inconsciente para "adecuar la posición del analista a lo que pasa en la experiencia".3 Pero, también insiste sobre la necesidad de que éste mantenga una posición conflictiva en "un campo que por su propia índole se pierde".4

Conflictiva ¿en qué sentido?

En tanto la esquicia del sujeto, la hiancia, se presentifica y se realiza en la presencia. La posición del analista está suspendida de esa hiancia que se abre a una zona resistente a la significación, una zona límite de la significación. Allí donde no se puede recordar, - lo traumático no se puede recordar como señaló Freud -, ahí donde la significación resiste, ahí se pone en acto la repetición y es ahí donde se espera el acto analítico.

Al análisis se entra por la ficción del amor. El analista usa esta ficción para hacer hablar a la Cosa, para enfrentarse a lo que en la materia analítica es siempre resistente.

Referencias:

  1. Jacques Alain Miller  - De mujeres y semblantes. Cuadernos del pasador.
  2. Ibid. P. 34.
  3. Jacques Lacan – Seminario XI. "Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis". Paidos. P. 131.
  4. Ibid. P. 131

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