Flashes

XV Conversación Clínica del ICF-E. "Homosexuales en análisis"

07/01/2015

Flash de Laura Canedo

Creo que la clave del problema en lo referente al homosexual es esta –si el homosexual, con todos sus matices, concede un valor predominante al objeto pene hasta el punto de convertirlo en una característica absolutamente exigible a la pareja sexual, es porque, de alguna forma, la madre le dicta la ley al padre, en el sentido en que les he enseñado a distinguirlo.

Jacques Lacan, El Seminario, libro 5, Las formaciones del Inconsciente (1957-1958), Paidós, p. 214

Respuesta de Estela Paskvan

Miembro de la Comunidad de Catalunya de la ELP. AME, AE (2002-2005 ). Licenciada en Ciencias Sociales. Docente de la Sección Clínica de Barcelona, ICF.

¿Cuál es mi flash al leer un párrafo del Seminario V de  Lacan? Aparece inmediatamente un recuerdo. Jacques-Alain Miller haciendo su lectura de este Seminario en julio del 98 en Barcelona. Y  hoy advierto una  casualidad, fue en el mismo lugar  en el que trascurrirá nuestra próxima Conversación Clínica. Entonces recupero la publicación de ese seminario de lectura (1) y compruebo que este párrafo fue precisamente comentado por JAM en las páginas 57-59. A ellas los remito.

¿Qué puedo decir hoy? Evidentemente pasó mucho tiempo desde el 58.  También desde el 98. Pero el deber de lectura implica centrarse en el párrafo y aceptar la lectura del Edipo freudiano tal como lo estructura Lacan en ese momento.

El argumento reside en que la exigencia de la presencia del pene en la pareja sexual del homosexual  se debe a  una inversión de la metáfora paterna, “es la madre quien dicta la ley al padre”. 

En primer lugar, ese argumento puede resultar sorprendente cuando lo entendemos en la lógica de “a tal causa, tal efecto”. Pero  entonces advertimos que hay un salto entre una y otro, o al menos, está relativizado por expresiones como “de alguna forma”. Más adelante habrá otras. Hay que decir, que Lacan se ha cuidado mucho de señalar una causalidad unívoca para la elección homosexual de objeto.

Estos matices que Lacan señala debido a su experiencia clínica son los que esta vez me interesaron; cuando la estructura se encarna aparece una variedad muy rica.

La novedad que Lacan aporta aquí es ocuparse de la relación entre los padres, y más precisamente, de la relación del padre con la madre. Si bien la figura materna -aquella a la que el sujeto se identifica- aparece con el mismo semblante,  es la que tiene el poder, la que no se conmueve, etc.,  no pasa lo mismo con el padre. Así vemos sucederse: “un padre demasiado interdictor”, “un padre que ama  demasiado a la madre”, “un personaje muy distante”, “la presencia del padre como rival”, etc.

Si bien “lo que se juzga es saber cuál de los dos tiene a fin de cuentas el poder” (p. 218), eso no impide que  la misma comedia adopte guiones diferentes.

En el mismo sentido, también advertimos distintas variantes en la relación del homosexual con su pareja sexual. Por ejemplo, cuando ésta  es el sustituto del personaje paterno  entonces es frecuente  “desarmarlo, someterlo, e incluso...dejarlo incapaz de lucirse delante de una mujer o mujeres” (p. 216). También, el homosexual le pregunta a su pareja si tiene o no tiene. “Después ya veremos qué se habrá de hacer con eso, pero antes ha de mostrar que tiene” (p. 216) Luego, más adelante, cuando habla de André Gide, se puede observar la escisión entre “el amor embalsamado” por una única mujer y el goce practicado con los múltiples muchachitos (Cap. XIV). En resumen, las relaciones del homosexual con su pareja también adquieren versiones singulares.

(1) Miller, Jacques-Alain, El Seminario de lectura del libro V de Jacques Lacan, ECFB, 1998.

Compartir

  • Compartir en Twitter
  • Compartir en Facebook
Este web utiliza cookies. Conozca nuestra política de cookies Si continúa navegando está aceptándola.  
Utilizamos cookies +